En estos días se está celebrando en el recinto ferial de Madrid, el escaparate internacional más importante del sector turístico, FITUR, que supone además de un encuentro para realizar negocios, un foro de ideas y proyectos turísticos de todos los destinos.
Fitur también toma el pulso al estado de salud de uno de los sectores más importantes de nuestro país, máxime en estos momentos tan inciertos para realizar planes de futuro entre tanta «ola de pandemia» en el mundo.
No cabe duda que para la Costa Blanca, FITUR es el mayor centro comercial turístico que existe, ineludible e indispensable donde cada localidad, comunidad, ciudad o país, presenta en sociedad sus virtudes y ofertas, ya sea por condiciones orográficas, clima, actividades o eventos.
Benidorm, además de los eventos y certámenes que iremos conociendo, apuesta claramente por un futuro de sostenibilidad favoreciendo el cambio climático, la modernidad y la aplicación de las tecnologías al servicio de ciudadanos y turistas. Benidorm opta a fondos europeos «Next Generation» con el proyecto «Benidorm Visión 360», gracias a los continuos avances por los que la ciudad se ha convertido en destino inteligente (DTI).
Villajoyosa centra su oferta turística en varios ejes fundamentales dentro de su oferta turística; Una variada oferta gastronómica, eminentemente marinera, sus playas de arena, y sus laureadas fiestas de Moros y Cristianos, en las que destaca el tradicional desembarco.
L´Alfàs del Pí, destino fiel a certámenes que cada año aumentan en visibilidad y prestigio como el Festival de Cine y Cortometrajes que este año celebrará su 34 edición, sin olvidar ni mucho menos su playa del Albir, el turismo saludable como estrategia y poder presumir de ser una de las localidades más cosmopolitas plagada de residentes del centro y norte de europa, perfectamente integrados en la comunidad.
Altea respira turismo por sus cuatro costados, mar, puerto deportivo, espectacular Villa Blanca, localidad de tipo residencial, rica en oferta comercial artesana y gastronómica, localidad pesquera, y como Benidorm o Valencia, precursora de la incorporación de los procesos necesarios para ser «Destino Turístico Inteligente».
Tenemos muchas razones para ser optimistas a pesar de los duros momentos que vive el sector turístico a nivel internacional. La Costa Blanca se muestra sólida, dinámica en su proyección y esperanzada con una oferta consolidada en todos sus frentes y ofertas.
