«La Paz sea contigo» por Manuel Palazón

Es la expresión de la misa que menos me gusta. Porque se dice por cumplir, muchas veces por gente hipócrita, incluso dando la mano y/un beso (menos mal que se eliminó ese paripé durante la pandemia por temor al contagio). Siempre me recuerda, salvando las distancias, a aquella famosa novela, breve pero intensa, de Miguel de Unamuno: “San Manuel bueno y mártir”. Se trata de un cura ejemplar, al servicio de la iglesia, tan buena persona y tan querido por los feligreses que todos lo tildan de santo. Pero este cura no creía en el más allá; cuando llegaba, durante el rezo del Credo,  a la “resurrección de la carne”, bajaba tanto la voz que no se le oía, pues no se atrevía a decir algo de lo que él dudaba (fiel trasunto de Unamuno, como en tantas otras obras del autor vasco). Y ya puestos en la liturgia de la misa, me permito criticar una falta sintáctica que observo en el Padrenuestro; dice en un momento determinado “Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”. Es una comparativa. Debería decir “Así en la tierra como en el cielo” (falta el “así”) o “En la tierra y en el cielo” (y sobraría el “como”). Lo he dicho a varios curas, pero no lo advierten o no lo quieren advertir. El Padrenuestro tiene una letra canónica que no se puede variar ni un ápice (doctores tiene la iglesia). Cuando vamos a cantar la misa, el cura de turno no nos deja cantar el Padrenuestro; lo recita él. Par salvar ese inconveniente, y poderlo cantar, he adaptado a una jota manchega el texto canónico (incluido el “así”), con alguna repetición no relevante para cuadrar el texto con la música. De esa manera, algunos curas, que no todos, nos permiten cantarlo. Bueno, pues ahí queda eso.

Manuel Palazón